SEFINI




Para morir un beso tibio
Una caricia sorda a la hora inesperada
Una botella rodeada de amigos
Y un charco para mojar mis pies y verme el alma.

Para morir solo basta el chasquido de unos dedos
Y que se detengan los relojes
Del buen amor o el odio.
Hay que pagar la vida, como la muerte

Solo basta que se detenga la arena del tiempo
Que así creemos y el cuerpo cae
La sombra, el alma, el radio del spleen
Que nos movemos, la mañana con tejas

La noche acaudalada y el hambre de ser
Todo aquello que no fuiste.
Ni serás, siendo un ignorante del amor
Y un preso de la carne.

Hay reverberaciones cruzando la calle
Y siendo atropelladas.
Hay un asesino adentro de nosotros,
Un asesinado y un juez para sentenciarnos culpables.

Mientras artaud se inventaba una revolución
en el teatro de la no ficción se baja el telón

Cada tantos minutos, más allá del infierno o el paraíso

Comentarios

Entradas populares